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sábado, 29 de agosto de 2015

Un estudio revela que los ciclistas respiran tres veces más contaminación que los peatones

C. PERIBÁÑEZ
Heraldo de Aragón
29 agosto 2015

La UE trabaja a través del proyecto Life Respira en cómo reducir la exposición de las bicis a la polución

La calidad del aire de Zaragoza y la apuesta por las zonas 30 favorecen sus recorridos

Resulta paradójico que una buen costumbre que ayuda a reducir la contaminación en la ciudad pueda tener también un ‘daño colateral’ para quien la pone en práctica.

Según el proyecto Life Respira puesto en marcha por la Unión Europea, los ciclistas llegan a absorber hasta tres veces más gases tóxicos que el resto de usuarios de la vía, esencialmente, por el tiempo que pasan expuestos a los tubos de escape de los coches y autobuses. Y pudiera ser peor, porque en grandes urbes como París o en Londres –en donde acaban de declarar la guerra a los coches en su casco histórico– se estima que la exposición a la contaminación llega a ser hasta cinco veces superior.

Aunque se trata del medio de transporte más ecológico, económico y saludable, los ciclistas suelen inhalar gases emanados por el resto de vehículos que pueden aumentar su riesgo cardiaco. En Pamplona, de modo experimental, más de cien voluntarios se han ‘armado’ con un dispositivo para medir la toxicidad del aire que respiran mientras pedalean. «A partir de los datos recogidos por los ciclistas voluntarios se van a elaborar mapas de alta resolución sobre la distribución de contaminantes en una ciudad de tamaño similar al 80% de las ciudades europeas.

La intención es adquirir un conocimiento muy preciso sobre la cantidad de contaminantes inhalados y sus potenciales efectos sobre la salud», comenta Jesús Miguel Santamaría, responsable del Laboratorio Integrado de Calidad Ambiental de la Universidad de Navarra e investigador del proyecto Life Respira.

Esta iniciativa multidisciplinar aspira también a comprobar la eficacia de un pavimento fotocatalítico (capaz de destruir contaminantes atmosféricos), estimar el efecto positivo de la vegetación y «desarrollar una aplicación para que los ciudadanos puedan escoger las rutas más saludables», según el director del Departamento de Biología Ambiental, Arturo Ariño, la otra ‘alma máter’ del proyecto.

Life Respira se desarrollará hasta 2017 y cuenta con un prototipo con diferentes sensores electroquímicos para medir el monóxido de carbono o el dióxido de nitrógeno –entre otros– que inhalan los ciclistas, además de la temperatura o la humedad relativa. Estos sensores envían los datos que registran en tiempo real a través de comunicaciones inalámbricas para que en los laboratorios puedan hacer su trabajo.

Hay muy diversos factores que influyen a la hora de que una ciudad sea amable para los ciclistas y Zaragoza, en los últimos años, ha hecho los deberes en este sentido. Por un lado, se ha reducido a más de la mitad el tráfico en el centro debido –en parte– al plan de movilidad sostenible y la implantación del tranvía.

Además, también ha tenido un impacto importante la crisis, que reduce los movimientos en la ciudad y provoca que más de un coche se quede aparcado para no gastar gasolina. Además, la apuesta por los carriles bici, las zonas 30 o los semáforos en permanente ámbar facilitan que los ciclistas no queden varados en mitad del resto de vehículos. Zonas de adelantamiento preferente (junto a los semáforos) se han pintado de momento solo en Independencia, pero es probable que en lo venidero se extiendan por el resto de grandes avenidas, si bien eso obliga a retranquear numerosas marcas viales.

¿Otras medidas?

En Zaragoza se han potenciado las ‘rutas al cole en bici’ y algunos de los más de 35 caminos escolares a pie existentes se están reforzando con marchas en bicicleta.

Claro que otras ciudades van más allá y, como cuentan en Acera Peatonal, en Edimburgo no se permite circular a los coches a las horas de entrada y salida de los niños al colegio.

Fuentes del área de Movilidad explican que su intención es seguir favoreciendo el uso de la bicicleta, si bien para tomar decisiones concretas conviene esperar a lo que dicte el Reglamento General de Tráfico, que lleva más de dos años haciéndose de rogar.

La otra variable de la ecuación de la salud ciclista es la calidad del aire de Zaragoza, sobre el que el Ayuntamiento hizo públicos datos recientemente: las emisiones de CO2 han descendido un 20% en seis años y los niveles de contaminación están por debajo de los límites establecidos por la UE.

lunes, 24 de agosto de 2015

Propuesta del Ayuntamiento sobre la circulación de bicicletas por el Casco Histórico



publicado en Heraldo de Aragón l Domingo 23 de agosto de 2015 
por Javier Velasco

Solo la calle de Alfonso I y las más estrechas del Casco quedarán vetadas a los ciclistas
El borrador, aún provisional, incrementa las rutas y permite circular por viales de carácter peatonal
El Ayuntamiento cerrará los mapas definitivos en septiembre tras analizar las alegaciones recibidas

ZARAGOZA. El Ayuntamiento ha cerrado ya la propuesta de circulación de bicicletas por el Casco Histórico que, a principios de septiembre, quiere aplicar tras consultar e incorporar las sugerencias de los colectivos implicados. La idea del Consistorio es aclarar, de una vez por todas, por dónde pueden y por dónde no pueden ir los ciclistas en el corazón de la ciudad. La previsión inicial es permitir que se circule por una gran cantidad de calles y plazas que hasta ahora estaban vetadas o sobre las que había dudas.

Propuesta inicial del Ayuntamiento
Si no hay grandes cambios, se dará vía libre para que se puedan atravesar pedaleando todas las plazas del Casco Histórico, así como calles marcadamente peatonales como, por ejemplo, las del Gancho (Boggiero, Las Armas, Casta Álvarez, San Pablo...). Como consecuencia, se multiplican las rutas posibles para hacer el Casco más permeable para bicicletas e incentivar su uso en Zaragoza. Este ha disminuido en los últimos meses tras el veto de que puedan ir por las aceras.

El plan solo prohíbe circular por la calle de Alfonso I (salvo en un pequeño tramo en el que sí se permite, para conectar las calles Fuenclara y Cuatro de Agosto) y por las que son excesivamente estrechas. Son viales por los que se hace casi imposible que pase ningún vehículo, como algunos de la zona del Tubo o adyacentes (Mártires, Libertad, Estébanes, Santa Cruz, Jussepe Martínez...), el entorno de la Seo (calles Pabostría, Deán y San Valero...), algunas de la Magdalena (San Lorenzo, Estudios y Órgano, entre otras) y unas pocas del barrio de San Pablo (Cerezo, Broqueleros y Callejón Sacramento).

Esta última zona es, probablemente, la que más novedades puede presentar, ya que con la propuesta que prepara el Ayuntamiento (que aún debe ser ratificada) aumentan notablemente las posibilidades de circulación en bicicleta por sus calles. Además de transitar por las calzadas de las calles con tráfico rodado, como Conde de Aranda, San Blas o Predicadores, los ciclistas podrían internarse por los largos viales ‘cuasi’ peatonales, como Boggiero, San Pablo, Las Armas o Casta Álvarez, que no tienen diferenciado el espacio de los vehículos del de los peatones, ni con alturas o pavimentos diferentes ni con bolardos de separación.

Solo pueden entrar por ellas vehículos de carga y descarga y en determinados horarios. Los pocos con permiso para acceder a estos viales solo pueden circular en un sentido. Las calles Boggiero y Casta Álvarez son para ir sentido César Augusto, mientras que San Pablo y Las Armas se usan para ir sentido paseo María Agustín. Sin embargo, el Ayuntamiento quiere que las bicicletas puedan hacerlo en las dos direcciones, con el argumento de que las calles no dan para que se crucen dos coches, pero sí dos bicicletas o, incluso, un coche y una bici.

La situación es parecida a ambos lados de la calle de Alfonso I, donde también se pretende permitir el paso de las bicicletas por las calles en las que entran vehículos de carga y descarga. Y eso que algunas de ellas son especialmente estrechas, como Contamina, Maestro Luna o el Temple. En el caso del entorno del Tubo, algunas sí tienen espacios diferenciados para peatones, como el caso de Ossau, Cuatro de Agosto o la mayor parte de Méndez Núñez.

Prácticamente el resto de esta zona tendrá vetado el tránsito de ciclistas, aunque el documento está sujeto a cambios.

También por las plazas
Los alrededores de la calle de San Vicente de Paúl se libran de las posibles dudas, ya que la mayoría de los viales tienen calzadas separadas y de un solo carril, por las que las bicicletas pueden circular, como la calle Mayor, San Jorge, Refugio, San Lorenzo, Don Juan de Aragón... Las dudas regresan al adentrarse en el barrio de la Magdalena, donde vuelven las calles peatonales o con el tránsito de vehículos muy restringido. Allí se ha decidido, de momento, que calles como Gavín o el final de la calle Mayor, de marcado carácter peatonal, sí permitan el paso de bicicletas.

Los mapas que ha elaborado el servicio de Movilidad del Ayuntamiento también explicitan el permiso para que los ciclistas puedan circular por las plazas del Casco Histórico. La mayoría de ellas se consideran ‘zonas verdes circulables’. Así aparecen espacios como la plaza del Justicia, la de San Felipe, las de Sas, Ariño, San Pedro Nolasco, Sinués, Asso y Santa Marta, entre otras. También se permitiría circular por la plaza del Pilar, uno de los lugares donde se suscitó mayor debate cuando entró en vigor la prohibición de transitar en bicicleta por las aceras y espacios peatonales.

¿Y en el eje del tranvía?
Una de las dudas que todavía están por resolverse es la de si se podrá transitar o no por el Coso y la avenida de César Augusto, en el eje del tranvía, una de las grandes demandas de los ciclistas urbanos, ya que apenas hay rutas transitables para bicicletas desde la plaza de España hasta la ribera del Ebro o la plaza del Pilar. El Equipo de Gobierno municipal quiere permitirlo, pero estos días estudian si jurídicamente es posible o no.


Acera Peatonal pide que las bicicletas solo puedan ir por calles con calzada diferenciada
Los mapas que el Ayuntamiento ha elaborado sobre la circulación de bicicletas por el Casco Histórico están sujetos a cambios y modificaciones. El Consistorio escuchará todas las propuestas y durante el mes de septiembre cerrará su propuesta para comenzar a aplicarla lo antes posible, señalizando convenientemente las calles afectadas.
Uno de los colectivos que con mayor fuerza ha reaccionado ante los planes municipales es la asociación Acera Peatonal, que defiende los intereses de los peatones zaragozanos.
Su portavoz, Fernando Navarro, cree que los cambios que se hagan deben perseguir «resguardar el carácter peatonal del Casco Histórico, rescatada de la tiranía del tráfico». Para ello, pide que no se permita a las bicicletas circular ni por las plazas ni por las calles que no tienen una calzada diferenciada. Las primeras, en su opinión, son un lugar «de encuentro y esparcimiento», con mención especial para la plaza del Pilar. Las segundas las considera calles peatonales, en las que «los viandantes pueden utilizar toda la superficie, teniendo siempre prioridad». «Proponemos que no se permita la cohabitación de personas a pie con la circulación de ningún tipo de vehículo, tampoco la bicicleta», apunta Acera Peatonal en sus alegaciones al Ayuntamiento.
Esta asociación considera que el objetivo debe ser que se haga un planteamiento «que tenga en cuenta la bicicleta como medio de transporte, que se pretende que sea cada vez más utilizado en toda la ciudad, y en esta zona en concreto». Para ello, propone señalizar tanto vertical como horizontalmente «diez rutas para atravesar el Casco Histórico en bicicleta». En ellas se incluiría la circulación por la plataforma del tranvía, además de recorridos por viales con calzada propia como Don Jaime I, San Vicente de Paúl, Echegaray y Caballero, calle Mayor, Coso, Galoponte, etc.
 


JAVIER L. VELASCO