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TODOS MIS PARQUES

Cada día disfruto más paseando por mis parques. Y digo mis parques porque muchos de ellos están cerca de casa y los considero míos, como una...

lunes, 24 de abril de 2017

MEJORAS PEATONALES DEL TRANVÍA

#EnPrimaveraRespetaLaAcera

claxon y reducir velocidad en zonas sensibles

Tras el atropello de 2 mujeres en 10 días, Acera Peatonal propone el uso de un claxon para alertar en casos de peligro inminente y una reducción de la velocidad en las zonas sensibles.

Parece evidente que la principal responsabilidad por los atropellos es de los peatones que invaden la vía que también son los que sufren el daño más grave.  Por eso creemos que también el tranvía debe adoptar ciertas medidas, sobre todo en  tramos que se han revelado especialmente delicados.

El tilín tilín es simpático pero no suficiente

Los dos últimos atropellos producidos en 10 días refuerzan una petición que nos han planteado en numerosas ocasiones: el tranvía necesita un sistema de aviso acústico, un claxon, que sólo emplee en casos de peligro inminente.

La simpática campanita (audio adjunto) advierte su presencia al llegar a las paradas, a velocidades muy bajas, a los usuarios que ya lo esperan, pero no es suficientemente perceptible en zonas de más tráfico y por personas que deambulan distraídas.

Sin embargo un aviso tipo claxon, de uso restringido a situaciones apuradas, permitiría a estos peatones percatarse de la inminente llegada del convoy, evitando que invadiesen la vía y se produjese un fatal atropello.

Limitar la velocidad en zonas sensibles

En septiembre de 2014 una mujer falleció al invadir la vía y ser atropellada por el tranvía en las proximidades de la parada del Hospital Miguel Servet. Fue el tercer atropello en esa zona.

Tras comprobar “in situ” la velocidad de los tranvías en el entorno del Hospital, entre la plaza del Emperador Carlos V y el Convento de Jerusalén, pudimos comprobar que el tranvía se aproxima a más de 35 km/h y que a los pocos metros de arrancar ya supera los 30 km/h. Esta velocidad excesiva deja un escasísimo margen de reacción a los peatones que puedan invadir la vía y hace necesaria una mayor distancia para frenar.

A lo largo del trazado del tranvía existen distintos límites de velocidad, de forma que el conductor recibe una señal acústica si circula a una velocidad superior a la establecida en un tramo. Por ejemplo la zona del Coso está limitada a 20 km/h, y la conexión entre Plaza de Paraíso y Gran Vía.

Sin embargo, en el entorno del Hospital Miguel Servet, con hasta 4 pasos de peatones, no hay establecida ninguna limitación especial. Es una zona de intenso tránsito peatonal, de personas que muchas veces van abstraídas pensando en su visita al hospital, y que para cruzar deben atravesar 4 carriles de vehículos y las dos vías del tranvía. En esa zona se han producido al menos 3 atropellos a peatones, uno desgraciadamente mortal.

Tranvías de Zaragoza colocó carteles para concienciar a los peatones y una señal para que el tranvía haga sonar su campana. Medidas que estimamos insuficientes.

En esta zona sensible, y en otras que se puedan identificar,  proponemos que se limite a 20km/h la velocidad. El tranvía requeriría menor espacio de frenada, y los peatones tendrían más tiempo para reaccionar. La afección a los tiempos de recorrido sería de escasos segundos, y la ganancia en seguridad sería importante

Una nueva movilidad, también más segura

No somos expertos en tranvías ni en claxones, pero sí trabajamos para mejorar las condiciones de los peatones, y creemos que estas medidas, de fácil aplicación, merecen cuando menos su consideración por Tranvías de Zaragoza.

Una movilidad que pone en el centro a las personas se preocupa del medioambiente, la agilidad, la accesibilidad, y también de la seguridad activa y pasiva, y un medio moderno como el tranvía debe seguir contribuyendo a esta movilidad centrada en las personas.

viernes, 21 de abril de 2017

La Policía Local de Zaragoza realiza una campaña de control de velocidad. #EnPrimaveraRespetaLaAcera


#EnPrimaveraRespetaLaAcera

by Alejandro

De acuerdo al marco de colaboración con la DGT (Dirección General de Tráfico) la Policía Local de Zaragoza se adhiere a la campaña de control de velocidad que se efectuará entre el 17 y el 23 de abril. Según el Ayuntamiento

La campaña consistirá en un incremento significativo de los controles de velocidad que lleva a cabo la Policía Local, con la utilización del máximo número de medios humanos y materiales disponibles.


Aunque quizás esto no sea cierto del todo, pues según fuentes sindicales, la merma en el colectivo por falta de personal o reestructuración hacen que no se empleen todos los medios humanos y materiales disponibles. Fuentes cercanas afirman que "los radares que hay son limitados".

Cabe recordar que en los últimos años se ha producido un descenso en el número de conductores denunciados por exceso de velocidad, aún así, la DGT insiste en hacer un mayor esfuerzo en el control y vigilancia de la velocidad, tanto por el importante impacto que tiene en el medio ambiente, en el consumo de combustible, como en la calidad de vida de las zonas urbanas, poniendo en peligro la seguridad de los peatones y ciclistas.

En las zonas urbanas la velocidad es un elemento determinante, ya que a partir de 80km/h es prácticamente imposible que un peatón no fallezca en caso de atropello. El PP en Zaragoza solicitó en el año 2015-2016 elevar la velocidad en algunos tramos de la Z30 a 70km/h, algo que no debería ni pensarse. Sin embargo, el riesgo de fallecimiento de un peatón en una calle limitada a 30km/h se reduce al 10%.

Pero de qué sirve limitar la velocidad si no suele controlarse. En Zaragoza a día de hoy poco o nada se conocen de las estadísticas y controles realizados en calles limitadas a 30. De hecho, son numerosas las calles donde hace falta no solo limitarlas al 30 sino además mejorar en su señalización, firme, luminosidad, pasos peatonales...etc.

Sirva de ejemplo la siguiente calle ubicada en el barrio de Torrero.

Las zonas 30 las más olvidadas. 

Por otra parte, colectivos vecinales y AMPAS solicitan un mayor control de la velocidad en zonas próximas a colegios, hospitales y viales limitados 30. Este tipo de calles suelen estar muy olvidadas en lo que a señalización y control por parte del ayuntamiento.

A día de hoy, el único referente que tiene el Ayuntamiento para limitar una calle a 30 es pintando una marca vial de 'treinta' en la calzada. Parece ser que no tienen más medios ni más imaginación.

En otras localidades como Salou parece que se lo toman un poco más en serio e instalan badenes reductores de velocidad y señalizan mucho mejor las calles 30.

ZARAGOZA PONE EN VALOR SU INFRAESTRUCTURA VERDE

#EnPrimaveraRespetaLaAcera

09/06/2016.

En el marco del proyecto Life Natural, se instalarán 76 puntos de señalización a lo largo de recorridos peatonales

La Ruta de los Parques tiene casi nueve kilómetros de longitud

La extensa red de parques, jardines y zonas verdes de la ciudad cuenta con 8.270.000 m2

Un corredor peatonal y arbolado atraviesa la ciudad de Zaragoza y, a partir de este mes, estará indicado gracias a 76 nuevos puntos de señalización que se han instalado a través de una de las acciones del programa Life Natural en un recorrido que se denomina Ruta de los Parques.

Se trata de un diseño completo de elementos de señalización y contenidos (placas, señales direccionales en diferentes variantes, mojones de señalización, carteles informativos de la ruta, soportes y estructuras), así como determinación de los emplazamientos.
La concejala de Medio Ambiente, Teresa Artigas, explica que "la voluntad del Ayuntamiento es la de cohesionar todas las zonas verdes, parques y jardines, generando una red de espacios verdes y de conectores que los unen, que inviten al paseo y a la movilidad sostenible, y que sea físicamente identificado por el ciudadano, es decir, que éste sea consciente de que se encuentra en una infraestructura verde dentro de la ciudad".

La Ruta de los Parques, en esta primera fase, con una longitud de 8.959 metros, señaliza el siguiente recorrido, bajo la perspectiva de paseos a pie a través de zonas arboladas: Parque Grande José Antonio Labordeta (junto al puente de los Cantautores), Canal Imperial, Parque Pignatelli; Paseo de Sagasta, Paseo Constitución; Plaza de los Sitios; Paseo de la Mina; Parque del Canódromo y Lineal del Huerva, Parque Bruil, Ribera del Ebro margen derecha; Azud; Margen izquierda del Ebro; calle Cosuenda; Paseo de Longares; calle Bielsa; calle francisco Oliván Bayle; calle Peña Oroel, Parque del Tío Jorge.

La próxima semana se concluirá su instalación, con la colocación de seis mojones además de diferente señalización gráfica con pintura.
Uno de los objetivos del programa Life Natural es la mejora de la conectividad de la Infraestructura Verde, distinguiendo entre el casco urbano y la conexión de la ciudad con los principales corredores que se integran en los LIC y grandes espacios naturales de la ciudad (infraestructura verde extraurbana).

Esta sub-acción se refiere, exclusivamente, a la conectividad de la Infraestructura Verde Urbana. El contrato con la Comisión Europea, a éste respecto determina lo siguiente: Zaragoza cuenta con una extensa red de parques, jardines y zonas verdes, donde destacan dos grandes espacios, el Parque de José Antonio Labordeta y el Parque del Agua- Luis Buñuel. Durante los últimos 10 años la Ciudad de Zaragoza ha dado un salto cuantitativo y cualitativo en sus zonas verdes pasando de tener 3.200.000 m2 a más de 8.270.000 m2. A su vez, la ciudad cuenta con bulevares tradicionales y arbolados (Gran Vía, Sagasta, Constitución) y con nuevos espacios recientemente creados (como las riberas del Ebro). 

De esta manera se definirán y señalizarán una serie de recorridos que aprovechan los bulevares y paseos de la ciudad para unir los parques más significativos de la ciudad, tanto en sentido transversal como circular. La difusión se realizará mediante mapa-folleto y soportes para marquesinas. La ruta prevista seguirá el recorrido Parque Grande, Canal Imperial , Parque Pignatelli, río Huerva, Parque Bruil, río Ebro, Parque ¿Tío Jorge¿. La longitud total del recorrido será de unos 8 kilómetros. En los parques que se constituyen en punto de salida y llegada de los recorridos se instalarán paneles informativos. La información se difundirá posteriormente entre la ciudadanía en general, con especial incidencia en colectivos de personas mayores.

miércoles, 19 de abril de 2017

PEATONES Y CICLISTAS: OBLIGADOS A CONVIVIR

10 julio, 2014
por Enrique Fidel


Como todos los años con la llegada del tiempo soleado y más seco las bicicletas se dejan ver con más asiduidad en las ciudades españolas. En realidad se trata de una tendencia en aumento desde hace algunos años. Y así lo vengo contando en el  blog. Cada vez se ven más bicicletas circulando por las calles. En el caso de Madrid, donde vivo, es muy evidente. Es posible que se trate de una moda, puede que sea la “crisis”, pero el hecho es que se ven muchas bicis, por lo que a lo mejor la moda se asienta en sana costumbre.

En 2013 se vendieron en España más de un millón de bicicletas, 250.000 más que en 2010.

También, cada día se abren nuevos negocios relacionados con las bicicletas y el catálogo de modelos y estilos es asombroso. En 2013 se vendieron en España más de un millón de bicicletas, 250.000 más que en 2010. Con estos datos se puede pensar que el auge de las bicicletas puede ser más que una moda pasajera.


Ciclismo urbano

Como los ciclistas urbanos han aparecido casi de improviso se ha generado un singular conflicto con los peatones que se ha sumado al que ya se daba con los conductores de automóviles.

Diariamente se dan casos de encontronazos entre ciclistas, automovilistas y peatones: conductores que acosan y ponen en peligro a los ciclistas, insultos cruzados; ciclistas que no respetan los semáforos o que intimidan a los peatones subidos en las aceras; puertas de coches que se abren sin considerar el paso de una bici, etc.

Ante este repentino auge de la bici en su uso urbano y de cara a solucionar las guerras entre ciudadanos, las administraciones públicas se han visto obligadas a intervenir, legislando y dotando de un mínimo de infraestructuras a los núcleos urbanos para facilitar el uso de la bicicleta y delimitar espacios.


Conflictos ciudadanos

Sin embargo, últimamente una de las situaciones que mayor polémica genera es la relación entre ciclistas y peatones. Uno de los principales desencuentros se produce por el uso de las aceras para circular con la bicicleta. El artículo 39 ter de la Ordenanza de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid  explicita la prohibición de circulación de bicicletas en aceras y demás zonas peatonales.

El asunto es claro, pero es habitual ver ciclistas en las aceras, algunos ignorando por completo el impacto que producen y comportándose sin un mínimo de sentido cívico.

También es cierto que muchos tramos de los  carriles bici o de los anillos ciclistas, como es el caso de Madrid, en ocasiones se diluyen en las aceras, desapareciendo. La sorpresa a veces se soluciona pintando los adoquines del mismo color que el carril ciclista. Desde luego, una mala solución, contradictoria además con la normativa que prohibe circular por las aceras, lo que genera un contrasentido y cierto despiste.

Por su parte, los ciclistas también chocan con el desdén y el rechazo de muchos ciudadanos a la hora de utilizar los carriles bici, frecuentemente invadidos por peatones que pasean sin respetar la prioridad marcada y que exigen para ellos la titularidad absoluta del espacio.



Tratado de Paz

Hace algunos meses la revista digital SLATE  publicaba un reportaje recogiendo esta guerra silenciosa pero incómoda entre peatones y ciclistas, conflicto que ya se produce en los Estados Unidos y en algunos paises de Europa desde hace más de una década.

Los conflictos de tráfico que, hasta hace poco tiempo eran exclusivos entre  los automovilistas, se han desplazado al ámbito de las bicicletas urbanas involucrando también a los peatones.

A pesar de que la normativa de tráfico en España define ya con claridad la parcela de cada uno, con sus derechos y obligaciones, no está demás hacer un alto en el camino para reflexioner acerca de aquellas conductas que incomodan la convivencia entre ciclistas, automovilistas  y peatones, llegando incluso a exponer a las personas a graves accidentes.

La propuesta de SLATE fue elaborar un decálogo, un Tratado de Paz,  a partir de la información aportada por dos colaboradores domiciliados en Manhattan (Nueva York), uno de ellos usuario del transporte público y peatón habitual y el otro ciclista urbano que acude diariamente a su trabajo con la bici.

Las conclusiones se pueden sintetizar en tres máximas: “estar atento“, “ceder el paso cuando corresponda” y “comportarse con civismo“, conceptos que muchos no logran interiorizar, seguramente porque desconocen su existencia. Es una cuestión de educación.

Las cinco reglas para peatones y ciclistas, aplicables en todo el mundo,  son las que muestra el cuadro